Sima de La Higuera
Declarada Monumento Natural de la Región de Murcia, es necesario pedir permiso para su visita.
Limitada a diez personas diarias (pidiendo seguro deportivo y formación específica para poder entrar), es una cavidad única por las formaciones hipógenicas que se han desarrollado en su interior. La Sala del Paraíso y los pináculos dobles que nos podemos encontrar som verdaderamente espectaculares.
El sábado 31 de mayo se nos concede acceso a ella, reuniéndonos nueve espeleólogos para ello. Julio, Minerva, Javi, Antonio, Sara, Makel, Pablo, Carlos y yo, Félix, nos damos cita en el parking a las 9 de la mañana para en la medida de lo posible evitar el calor que nos ha deparado este final de mayo.
Rodeados de un número ingente de garrapatas, preparamos el material, nos equipamos y nos dirigimos hacia la cavidad. Agilizado por el hecho de que el día anterior habíamos recogido las llaves en el bar de Pliego donde están depositadas.
Enseguida comenzamos a instalar y poco a poco descendemos el pozo de setenta metros. En uno de los últimos fraccionamientos observamos como el aviso que nos hicieron desde la organización gestora no era vano: el parabolt se movía. Lo montamos como desviador pero la verdad es que no queda bien y no evita el roce como debe, obligándonos a bajar y subir más escalando que haciendo uso de los aparatos. Ante ello, el club se ha ofrecido a la reequipación de ese punto y la propuesta ha sido acogida por lo que en breve nos tocará hacer otra visita.
En algo más de una hora nos encontramos todos en la base del pozo e iniciamos la progresión horizontal.
Visitamos la sala de los corales y nos dirigimos hacia la ventana colgada que ya nos da acceso a las salas más peculiares de la cavidad. Sara tiene un traspiés y se hace daño en un pie, por lo que tanto ella como Javi deciden darse la vuelta y salir.
Los demás continuamos la actividad. Llegamos al lago donde después de visitar la sala donde observamos el esqueleto de un pobre felino que probablemente caería dentro y no pudo salir.
Nos quitamos los monos y de manera más o menos digna vamos vadeando el lago, evitando meternos en él ya que hay una serie de troglobios que lo habitan, por lo que debemos respetar su hábitat.
En unos pocos metros más llegamos a la zona más curiosa para mí: una serie de espeleotemas anaranjados en de tamaño considerable y formas redondeadas cuelgan del techo formando una especie de nubes. Espectacular.
Y poco más adelante llegamos a la sala de los pináculos dobles. A modo de gendarmes y formando corros nos esperan en la oscuridad. El ambiente si mantenemos un nivel de luz bajo es algo sobrecogedor ya que no dejan de tener cierto aspecto humanoide. Los caprichos de la naturaleza creando formas de fantasía es impresionante!
No queda más que desandar el camino y ascender el pozo. Los primeros metros de ascenso son algo penosos debido al parabolt defectuoso donde no es adecuado fraccionar, pero una vez superado se asciende ágilmente.
En algo menos de 5 horas desde que empezamos a instalar, estamos todos fuera. La verdad es que se hace corto. Pero bueno, como dice el refrán: lo bueno, si breve, dos veces bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario