El pasado fin de semana del 4/5/6 de Abril, y como es habitual en nuestro club, decidimos hacer una jornada de convivencia entre nuestros miembros.
Esta vez escogimos el Albergue de Riodeva, "un mundo perdido", para pasar estos 3 días, unos pernoctando en el albergue y otros como una servidora, hicimos noche en las furgos.
Mi llegada a Riodeva fue el viernes por la tarde. Ya por la carretera se veían nubarrones negros de tormenta, rayos y truenos no cesaban de caer y la ubicación donde me dirigía estaba justo debajo. 🤦
Sinceramente era una estampa preciosa ver el cielo así, tan tenebroso y apocalíptico pero tan mágico a la vez, eso sí, cuando llegué al albergue a mi peludita y a mi, nos cayó un buen chaparrón.
Ya durante toda la tarde y parte de la noche, fueron llegando el resto de miembros citados allí en este magnífico fin de semana.
En la mañana del sábado habían varias actividades para realizar.
Deborah, Patri, Judith y yo, junto a las peluditas Candela y Lupe, decidimos hacer un "treking" por la zona, concretamente Amanaderos por el camino equipado. 
Esta senda pasa por el Molino denominado como Molino Bajo o de San Juan, tal vez por ser propiedad años después de la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén heredera de la encomienda templaria, era movido con las aguas captadas en el azud existente en la confluencia de la Rambla de los Amanaderos y el río Deva, siendo canalizadas hasta la villa a través de las acequias de la Solana y de la Umbría atravesando numerosos desniveles.
Durante el trayecto por el camino que nos llevaría hasta la senda que queríamos coger, pudimos ver el destrozo que habían hecho las últimas lluvias. Un caos de piedras y pasarelas destruidas, hacían eco de la fuerza del agua que allí había caído. Aún así era una estampa preciosa porque estaba todo florecido, verde y con riachuelos de agua corriendo por todas partes.
Una vez llegadas al Molino y después de las fotos previas, cogimos la senda muy bien marcada que nos llevaba por la rambla de Amanaderos y que nos deleitaba con preciosas cascadas y pozas llenas de agua.
Una pena al llegar a la zona equipada, peldaños y pasos metálicos, impidieron que las peluditas pudieran avanzar, así que retrocedimos por el mismo sitio y cambiamos la ruta, pero no el plan.
